La iluminación, más allá de cumplir una función estética o práctica, influye directamente en cómo se comporta tu cuerpo y cómo te sientes. Una luz adecuada puede mejorar tu estado de ánimo, aumentar tu energía y ayudarte a mantener la productividad, por lo que es esencial saber cómo puedes aprovecharla a tu favor en cada espacio de tu vivienda.
¿Por qué la iluminación es tan importante?
La luz regula tu ritmo circadiano, el reloj biológico de aproximadamente 24 horas que decide cuándo tienes que estar despierto/a y cuándo es hora de descansar. Influye de tal modo que cuando hay poca luz en el entorno, tu cuerpo produce melatonina con la intención de darte sueño, mientras que cuando hay mucha, produce cortisol para que cuentes con más energía.
Por eso, si estás en un lugar bien iluminado, tu cuerpo entiende que es momento de estar concentrado/a y de buen ánimo. Sientes menos estrés y piensas con más claridad. Los espacios con una iluminación deficiente se suelen asociar con aislamiento emocional y apatía.
Buena iluminación | Iluminación deficiente o mal elegida |
---|---|
Mejora el estado de ánimo Reduce el estrés Aumenta la productividad Estimula la creatividad |
Fatiga crónica Irritabilidad Trastornos del sueño Menor rendimiento cognitivo |
Tipos de iluminación
Existen dos tipos de iluminación: la luz natural, que mejora naturalmente el estado de ánimo; y la luz artificial, que sirve como apoyo cuando no hay suficiente luz solar. Aprovecha todo lo que puedas la luz natural y usa bombillas LED en interiores.
1. Luz natural
La luz natural es sin duda la mejor para cuerpo y mente. Son numerosos los estudios que han demostrado que la exposición prolongada a la luz solar puede reducir los niveles de estrés y aumentar la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. Una buena iluminación natural incluso puede disminuir los síntomas del trastorno afectivo estacional (TAE), también conocido como “depresión de invierno”.
Si trabajas desde casa o tienes alguna zona de estudio, te recomendamos que coloques el escritorio cerca de una ventana por la que entre luz directa, puedes usar cortinas finas para difuminarla. Lo ideal es trabajar en espacios con orientación este o sur.
2. Luz artificial
La luz artificial nos ayuda a compensar la falta de luz natural, a pesar de ello, si esta fuese muy tenue o demasiado brillante, podría causar fatiga, irritabilidad, mal humor e incluso depresión. Las bombillas LED, además de ayudarte a consumir menos cada mes y aprovechar al máximo tu tarifa de luz, son las mejores para imitar la luz natural, por ello se recomiendan en áreas de trabajo y zonas comunes.
Temperatura de la luz
Definitivamente, la temperatura de la luz influye en cómo rindes. Mientras la luz fría fomenta la productividad, la luz cálida reduce el estrés. La luz neutra ofrece equilibrio entre las dos.
1. Luz fría
La luz fría tiene un color más blanco o azulado, una temperatura entre 5000K y 6500K similar a la de la luz del día. Ayuda a que estés más concentrado/a, a reducir la fatiga ocular cuando llevas a cabo tareas que requieren atención durante tiempo prolongado.
2. Luz neutra
Esta estaría en un punto medio entre la fría y la cálida, con una temperatura entre 3500K y 4500K. Es blanca, aunque ligeramente más suave, lo que la hace más cómoda.
3. Luz cálida
La luz cálida tiene tonos más amarillentos o anaranjados que crean una sensación de calma que ayuda a reducir el estrés y a relajarte. Su temperatura está entre 2700K y 3500K y es ideal para leer, descansar y socializar.
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Intensidad de la luz
La luz tenue o suave reduce la estimulación visual, creando ambientes relajados para estar tranquilo/a o descansar, mientras que la iluminación brillante ayuda a tu mente a estar más activa y a prestar atención. Con reguladores de intensidad puedes cambiar de una a otra según necesites en cada momento del día.
Iluminación recomendada para cada zona de casa
Cada zona de tu vivienda tiene una función distinta: oficina en casa, dormitorio, cocina, sala de estar… La luz que escojas para iluminar la estancia debe adaptarse a las actividades que vas a llevar a cabo.
Zona de la casa | Tipo de luz recomendada | Consejos |
---|---|---|
Oficina en casa | Fría o neutra | Usa lámparas con cabezales ajustables para evitar reflejos en la pantalla. |
Dormitorio | Cálida | Evita luces frías o LED azules al menos una hora antes de dormir. |
Cocina | Neutra | Asegúrate de que las superficies estén bien iluminadas y sin sombras. |
Baño | Neutra | Luz blanca y clara bien posicionada para afeitarse o maquillarse. |
Sala de estar | Cálida o combinación con neutra | Usa iluminación indirecta y regula la intensidad según la ocasión. |
Iluminación inteligente con Podo: adapta la luz a tu ritmo
Hoy en día, las tarifas de luz de Podo combinadas con ciertas tecnologías puede hacerte la vida más cómoda ayudándote a ajustar en cuestión de segundos la luz de una estancia según las necesidades del momento y ahorrar en tu factura a final de mes. Por ejemplo, las bombillas LED inteligentes pueden ajustar la intensidad de la luz y su temperatura usando comandos de voz si se integran con asistentes domóticos o aplicaciones móviles, al mismo tiempo que son la opción más energéticamente eficiente en el mercado. Además, puedes programar horarios para que la luz se encienda o cambie automáticamente, así como configurar escenas para leer, trabajar, relajarte o ver una película.
Si vives en zonas con poca luz natural o sufres trastorno afectivo estacional, las lámparas de terapia lumínica están diseñadas para simular la luz del día y ayudar a regular tu ritmo circadiano. Recuerda combinar luz natural y artificial, sobre todo si trabajas muchas horas en interiores, y evita que la luz sea excesiva o escasa para no desarrollar fatiga ocular.
