Entender la diferencia entre voltios (V), amperios (A) y vatios (W) es clave para dimensionar instalaciones, elegir los aparatos eléctricos correctos, evitar problemas de seguridad en la instalación eléctrica y optimizar el consumo.
¿Qué es un voltio?
El voltio (V) es la unidad del Sistema Internacional para medir la tensión o diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos, es decir, mide cuánta fuerza eléctrica hay disponible para empujar electrones en un circuito eléctrico. Imagina que la electricidad es agua que corre por una manguera: el voltaje sería la presión del agua.
En España, una vivienda tiene 230 voltios, la electricidad llega con suficiente presión para alimentar electrodomésticos grandes. En Estados Unidos, por ejemplo, se suele usar entre 110 y 120 voltios, por eso los aparatos eléctricos necesitan más corriente. Ahora te lo explicamos.
¿Qué es un amperio?
Un amperio (A) mide la intensidad de la corriente eléctrica, es decir, cuántos electrones están pasando por un cable o circuito cada segundo. Volviendo a la analogía del agua, si el voltio es la presión que empuja, el amperio es la cantidad de agua que fluye por la tubería.
Si tienes un electrodoméstico conectado a 230 voltios y consume 10 amperios, eso significa que mucha electricidad está pasando por sus cables para que funcione. Para que puedas hacer una comparación, un cargador móvil solo consume unos 0,5 A, necesita poca electricidad.
¿Qué es un vatio?
Un vatio (W) es la cantidad de energía transferida o consumida por unidad de tiempo, es decir, cuánta energía eléctrica usa o produce un aparato eléctrico por segundo. Pensando en el agua, los voltios serían la presión, los amperios la cantidad de agua que fluye y los vatios cuánta se usa realmente.
Relación entre voltios, amperios y vatios
La fórmula más importante es: Potencia (P) = Voltaje (V) x Intensidad (I)
La potencia se mide en vatios (W), el voltaje en voltios (V) y la intensidad en amperios (A). Dicho esto, si conectas un electrodoméstico a 230 V y consume 2 A, este gasta un total de 460 W. Si aumentas los voltios o dejas pasar más amperios, generas más vatios. Recuerda que las fórmulas se escriben siempre con magnitudes físicas, no con las unidades.
Por otra parte, la Ley de Ohm dice: Voltaje (V) = Intensidad (I) x Resistencia (R)
La resistencia es cuánto se “resiste” el material al paso de la corriente (ohmios, Ω), por lo que si un cable tiene 10 Ω de resistencia y pasan 2 A, hablamos de 20 V. Siguiendo la analogía del agua, la resistencia sería el grosor de la manguera, cuanto más estrecha es, más cuesta pasar.
Otras fórmulas útiles:
Intensidad (I) = Potencia (P) / Voltaje (V) | Saber cuánta corriente necesita un aparato. |
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Voltaje (V) = Potencia (P) / Intensidad (I) | Saber cuántos voltios necesita un aparato. |
Potencia (P) = Intensidad² (I²) × Resistencia (R) | Potencia disipada en una resistencia. |
Potencia (P) = Voltaje² (V²) / Resistencia (R) | Potencia con voltaje y resistencia. |

Importancia de los voltios, amperios y vatios
Es muy importante saber qué son y cómo se relacionan para garantizar la seguridad de las instalaciones eléctricas, ahorrar luz y asegurar que los aparatos eléctricos funcionan bien.
1. Seleccionar cables y protecciones
Para elegir el cable adecuado, hay que saber cuánta corriente (A) pasará por este. Si el cable fuera demasiado delgado para la corriente real, puede sobrecalentarse, quemarse o disparar los fusibles.
2. Leer etiquetas de electrodomésticos
Las etiquetas de los electrodomésticos siempre indican el voltaje nominal (230 V en Europa) y la potencia máxima (W) o corriente máxima (A). Tienes que asegurarte de que el aparato eléctrico sea compatible con tu red eléctrica, porque si conectas un aparato eléctrico de 110 V (habitual en Estados Unidos) a 230 V, este se quema.
3. Facturación y consumo eléctrico
Las compañías eléctricas calculan tu consumo total (kWh), que es la energía que gastas, y la potencia contratada (kW), que es el máximo de electricidad que puedes usar a la vez. Si superas la potencia contratada, el automático salta y se corta la luz, o tendrás que contratar más potencia, lo que sube el importe de tu factura.
Con la potencia adecuada y una tarifa de luz competitiva como las que ofrecemos en PODO, podrás ahorrar más en tu factura. Con nosotros, solo pagas por lo que realmente consumes.
Errores comunes y cómo evitarlos al trabajar con voltios, amperios y vatios
1. Confundir vatios (W) con vatios-hora (Wh)
Los vatios (W) miden la potencia, la velocidad a la que se consume energía, mientras que los vatios-hora (Wh) miden la energía total consumida en un periodo de tiempo. Por ejemplo, una bombilla de 60 W encendida durante 1 hora consume: 60 W x 1 h = 60 Wh = 0,06 kWh
2. Interpretar mal la corriente
Si aumentas el voltaje, para mantener la misma potencia, la corriente disminuye, por eso, un aparato eléctrico diseñado para 110 V que se utiliza a 230 V puede tener problemas si no se ajusta la corriente. El cable de 110 V podría calentarse.
3. Omitir la fase en corriente alterna (AC)
En corriente alterna, el voltaje y la corriente pueden no estar sincronizados o “en fase” si hay cargas inductivas o capacitivas, como motores o transformadores. Por eso, la fórmula “Potencia (P) = Voltaje (V) x Intensidad (I)” solo funciona para la potencia real activa cuando el voltaje y la corriente están en fase. En estos casos, aparece la potencia reactiva.
En algunos aparatos eléctricos, no toda la electricidad que entra se usa para calentar, iluminar o mover algo. A la parte que va y viene sin hacer trabajo real se la llama potencia reactiva (Q) y se mide en volt-amperios reactivos (VAR).
Te explicamos todo esto para que entiendas mejor cómo funcionan tus electrodomésticos y les saques el máximo partido. En PODO, queremos que aproveches toda oportunidad para ahorrar y que entiendas tu factura de la luz, aunque si tienes contratadas unas de nuestras tarifas ya sabrás que hacemos facturas claras, transparentes y sin letra pequeña.
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