Las olas de calor son cada vez más frecuentes y, aunque todos vivimos ciertas consecuencias, la Organización Mundial de la Salud recuerda que las personas mayores son uno de los grupos más vulnerables a las altas temperaturas y que necesitan mayor cuidado en verano. El dilema está, ¿cómo pueden refrescarse sin que la factura de la luz se dispare? Te damos algunos consejos para combatir la ola de calor en casa.
¿Por qué los ancianos son más vulnerables a las altas temperaturas?
Con el paso de los años, el cuerpo cambia y ya no responde de la misma forma al calor. A los ancianos les resulta más difícil regular su temperatura corporal, muchas veces padecen alguna enfermedad crónica o toman medicamentos, además de vivir solas o en casas o pisos poco preparados para climas extremos.
Por eso, planificar el uso de aparatos eléctricos y aprovechar la ventilación natural de la casa son algunas de las mejores estrategias que pueden adoptar para mantener una temperatura agradable sin disparar su factura de la luz. Con pequeños cambios en hábitos y una tarifa de luz como la de PODO que les ayude a ahorrar, pueden marcar una gran diferencia.
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Cómo refrescarse sin disparar el consumo de luz
En verano, tener encendido el aire acondicionado todo el día puede aumentar mucho la factura de la luz, pero hay otras fáciles de refrescarse sin gastar más de lo necesario.
1. Usar ventiladores en vez de aire acondicionado
Los ventiladores consumen hasta 10 veces menos electricidad que el aire acondicionado. Pueden ser de techo, de pie o más pequeños para moverlos a cualquier habitación de la casa. Ponlo un rato por la noche con las ventanas abiertas o muy temprano para renovar el aire, y acuérdate de apagarlo siempre que salgas de la habitación. Si quieres refrescar más rápido la estancia, puedes colocar agua fría o con hielo en frente, pero ten cuidado de no resfriarte.
2. Aire acondicionado, pero bien aprovechado
Si prefieres usar el aire acondicionado, te decimos cómo evitar que se dispare tu factura de la luz. Es mejor que configures la temperatura entre 25 °C y 27 °C, no vas a enfriar más rápido a menos grados, solo gastarás más. Enciéndelo solo cuando haga más calor, por ejemplo, entre las 14:00h y las 18:00h, a ser posible en modo ECO. Puedes programarlo con un temporizador. Cierra puertas y ventanas cuando esté encendido para que no se escape el aire frío.
3. Electrodomésticos y luces que no den calor
Algunos electrodomésticos calientan la casa sin que lo notemos. Usa el microondas en vez del horno, cocina temprano o cuando haya anochecido para no calentar más la vivienda en las horas más intensas, y apaga las luces que no necesites, sobre todo si todavía tienes bombillas antiguas. Si no lo has hecho ya, cambia todas las bombillas a LED: estas no emiten tanta calor, duran más años y gastan mucho menos. Lo notarás enseguida en tu factura de la luz.
4. Ducharse con agua templada
Un hábito que puede ayudarte mucho a mantenerte fresco o fresca durante una ola de calor es evitar las duchas muy frías, es mejor darte una ducha diaria con agua templada. Al usar agua demasiado fría, el cuerpo reacciona e intenta conservar el calor, provocando un efecto rebote con el que minutos después sentirás aún más calor. A lo largo del día, puedes utilizar toallitas o paños húmedos en cuello, muñecas o tobillos para refrescarte.
Consecuencias de una ola de calor para las personas mayores
El calor extremo no solo es incómodo, sino que también puede ser muy peligroso para la salud. Estos son algunos de los efectos del calor en ancianos: deshidratación, golpes de calor, confusión o desorientación, agotamiento, problemas de corazón e incluso para respirar.
Deshidratación | El cuerpo pierde mucha agua y no se repone la suficiente. Esto puede causar mareos, debilidad o incluso desmayos. |
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Golpe de calor | Cuando la temperatura corporal sube demasiado y no se puede bajar, es necesaria atención médica urgente. |
Confusión o desorientación | El exceso de calor puede afectar al cerebro y hacer que la persona se sienta confundida o no sepa dónde está. |
Agotamiento | Con tanto calor, el cuerpo se cansa más rápido y cuesta más recuperarse, incluso haciendo tareas simples. |
Problemas del corazón | El calor puede empeorar enfermedades del corazón o hacer que la presión arterial cambie bruscamente. |
Dificultades para respirar | Sobre todo en personas con enfermedades respiratorias, como asma o EPOC, el aire caliente puede dificultar la respiración. |
Por eso es tan importante tomar medidas preventivas y buscar formas de mantenerse fresco/a sin necesidad de gastar demasiada electricidad, que cuidarse no suba la factura de la luz.
En PODO tenemos tarifas de luz competitivas que te ayudan a pasar el verano utilizando el ventilador, el aire acondicionado o cualquier aparato eléctrico sin preocuparte por la factura, solo pagarás por lo que realmente consumes. Puedes contratarlas sin permanencia online y, si necesitas ayuda, siempre estamos disponibles por chat o WhatsApp. ¡Fácil y rápido!
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